Que el maquillaje no apague tu risa
Que el equipaje no lastre tus alas
Que el calendario no venga con prisas
Que el diccionario detenga las balas
Que las persianas corrijan la aurora
Que gane el quiero, la guerra del puedo
Que los que esperan no cuenten las horas
Que los que matan se mueran de miedo
Que el fin del mundo te pille bailando
Que el escenario me tiña las canas
Que nunca sepas ni cómo ni cuándo
Ni ciento volando ni ayer ni mañana
Que el corazón no se pase de moda
Que los otoños te doren la piel
Que cada noche sea noche de bodas
Que no se ponga la luna de miel
Que todas las noches, sean noches de boda
Que todas las lunas sean lunas de miel (¡ay, reata no te revientes que es el último jalón!)
Que las verdades no tengan complejos
Que las mentiras parezcan mentira
Que no te den la razón los espejos
Que te aproveche mirar lo que miras
Que no se ocupe de ti el desamparo
Que cada cena, sea tu última cena
Que ser valiente no salga tan caro
Que ser cobarde no valga la pena
Que no te compren por menos de nada
Que no te vendan amor sin espinas
Que no te duerman con cuentos de hadas
Que no te cierren el bar de la esquina
Que el corazón no se pase de moda
Que los otoños te doren la piel
Que cada noche, sea noche de bodas
Que no se ponga la luna de miel
Que todas las noches sean noches de boda
Que todas las lunas sean lunas de miel
Fue en un pueblo con mar, una noche después de un concierto
Tú reinabas detrás de la barra del único bar que vimos abierto
Cántame una canción, al oído, y te pongo un cubata
Con una condición: Que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata
Loco por conocer los secretos de tu dormitorio
Esa noche canté al piano del amanecer todo mi repertorio
Los clientes del bar, uno a uno se fueron marchando
Tú saliste a cerrar, yo me dije: "Cuidado, chaval, te estás enamorando"
Luego todo pasó, de repente, tu dedo en mi espalda
Dibujo un corazón y mi mano le correspondió debajo de tu falda
Caminito al hostal nos besamos, en cada farola
Era un pueblo con mar
Yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola
Y nos dieron las diez y las once
Las doce y la una, y las dos y las tres
Y desnudos al anochecer, nos encontró la luna
Nos dijimos adiós, ojalá que volvamos a vernos
El verano acabó, el otoño duró lo que tarda en llegar el invierno
Y a tu pueblo el azar, otra vez el verano siguiente
Me llevó, y al final del concierto
Me puse a buscar tu cara entre la gente
Y no hallé quien de ti me dijera ni media palabra
Parecía como si me quisiera gastar el destino una broma macabra
No había nadie detrás de la barra del otro verano
Y en lugar de tu bar me encontré una sucursal
Del Banco Hispano Americano
Tu memoria vengué, a pedradas contra los cristales
"Sé que no lo soñé", protestaba mientras me esposaban los municipales
En mi declaración alegué que llevaba tres copas
Y empecé esta canción en el cuarto
Donde aquella vez te quitaba la ropa
Y nos dieron las diez y las once
Las doce y la una y las dos y las tres
Y desnudos al anochecer nos encontró la luna
Y nos dieron las diez y las once
Las doce y la una y las dos y las tres
Y desnudos al anochecer nos encontró la luna